
No deja de hacer ejercicios. Día y noche camina por la cinta porque dice que así llega mejor a recorrer todos los shoppings porque de otro modo queda cansada en el primer piso. Además cuando hay ofertas, corre desesperada para llegar y no perderse nada. Todo su entrenamiento se basa en aprovechar mejor las oportunidades que la vida le pone adelante.
No tenemos un sistema de cinta simple, sencillo, común y barato. Nada de ello. tenemos una máquina realmente increíble llamada Mobia de unos $2.000 dólares que simplemente los vale. Gracias a nuestro aparato para hacer ejercicios físicos no solo mi mujer está bárbara, sino que también entrenamos a nuestras empleadas para que alcancen a los chicos cuando se escapan, que lleguen más descansadas y en forma para nuestras reuniones nocturnas con la familia y es verdad… para que estén más bellas. ¡Y qué bellas que están! Tan bellas como mi mujer o más. Debo admitir que quiero mucho a mis empleadas.
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Originally posted 2009-10-23 13:42:05.