
Mis tarjetas de crédito parecen estar absolutamente en training y no se cansan de dar sus datos y comprar. He escuchado por ahí que el consumo exsesivo es resultado de la cultura del miedo. ¡Por Dios! Si yo no le tengo miedo a nada. Solamente a tener que salir a trabajar.
Como trabajar no es lo mío y en su lugar me dedico a pasear alrededor del mundo, relajarme, hacer compras y jugar en casinos, ustedes se preguntarán si disfruto de los juegos de mesa. Pues claro que si.
Los juegos de mesa formaron parte de mi infancia y en mi familia no teníamos para comer pero nunca faltaba el juego. Allí, en aquellos años felices, he conocido juegos de mesa realmente estupendos como el rompehielo, el comequeso y muchos más como el juego de la vida, el operación y tantos otros.
Sin dudas, el juego que más me marcó y que hasta el día de hoy me genera cosquillas con solo pensar en su nombre es el monopoly.
Ese juego tan divertido y lleno de aventura. Lo único que me cansa un poco es ver por todos lados a ese viejo pelado con bigotes que forma parte del logo del juego por todas partes y que nunca envejece.
Hoy me he comprado una versión relmente de lujo que he visto en internet. Lanzada por Zontik Games, el Monopoly de lujo tiene un lugar en mi nuevo playroom.
Vía | zontikgames
Originally posted 2009-01-23 11:12:34.